El voluntario de Juan Ciudad ONGD Manuel Camacho se encuentra colaborando desde marzo en el Albergue San Juan de Dios de Quito (Ecuador), y es voluntario en la Obra Social San Joan de Déu en Barcelona. En este artículo nos cuenta su experiencia en la iniciativa Brigadas Médicas que ha puesto en marcha el centro de Quito, para atender a personas en situación de vulnerabilidad en las calles, y nos envía estas fotos.
El Hno. Elías Díaz Coronel Superior del Albergue San Juan de Dios (SJD) de Quito realiza visitas de seguimiento que por los poblados de diferentes parroquias, y vio que había que hacer algo para acercar un servicio médico a estos lugares, donde las familias pobres no tienen la capacidad económica para desplazarse a las ciudades para ser atendidos. Comentó esto con las autoridades de algunas parroquias que estuvieron de acuerdo con que se tenía que hacer algo, por lo que estaban abiertos a recibir propuestas.
Los profesionales del Albergue SJD también estaban dispuestos a colaborar con las ideas que planteó el Hno. Elías, que comenzó a visualizar un servicio médico que pudiera desplazarse a las parroquias o poblados para atender personas en situación de extrema pobreza, con un equipo médico, de enfermería y auxiliares, así como personas voluntarias del Albergue no sanitarias.
La medicación necesaria se obtendría mediante donaciones, y así comenzó lo que hoy se empieza a conocer como las "Brigadas Médicas" del Albergue San Juan de Dios de Quito.
Cómo funcionan
El Hno. Elías se pone de acuerdo con el Párroco, y las autoridades de una parroquia (pueblo) y en la Parroquia se define un grupo de personas (asociación de vecinos, etc.) que coordinarán con el Albergue, fecha, lugar, espacio necesario y una evaluación del número aproximado de pacientes a tratar.
El Albergue se ocupa de conseguir las medicinas a través de donaciones y el personal sanitario y voluntario que formará el equipo de la campañas.
Normalmente el médico del albergue se encarga de la Dirección Médica de la brigada y de común acuerdo con Hno. Elías, se nombran un coordinador de la jornada.
Paralelamente desde la Parroquia donde se va a realizar la jornada, consiguen el espacio necesario para pernoctar la noche antes y toda la intendencia correspondiente, que corre por cuenta de la Parroquia. Así como el espacio de consultas,
Las especialidades médicas que se intentan cubrir, como mínimo son: Medicina General, Pediatría, Geriatría, Odontología, Psicología y fisioterapia.
El día de la Jornada comienza con un desayuno a las 7,30 h. y posteriormente comienza el área de enfermería con la primera toma de contacto con el enfermo, se cumplimenta un cuestionario, y se le deriva a la consulta correspondiente de acuerdo con la Dirección Médica de la campaña.
Los doctores situándose en las consultas que atienden distintas especialidades, además de la farmacia y la fisioterapia. Como habitualmente no todo puede estar en el mismo edificio, sino que está repartido por la parroquia, es muy importante la labor del personal de apoyo, que ayuda a organizar las colas de espera, y acompañan a sus consultas a las personas mayores, en sillas de ruedas, niños, etc.
A las 13’30 h. se hace una parada para almorzar el equipo y continuar hasta atender a todas las personas que requieran consulta.
Al final de la jornada se reúnen los colaboradores de la Parroquia con la Brigada y se les hace entrega de un Diploma agradeciendo su colaboración.
Hasta la fecha se han realizado tres servicios de la Brigada en el Cantón de la Concordia, provincia de Santo Domingo, en la propia Santo Domingo, y el último servicio de las Brigadas, a las que tuve la suerte de poder acompañar, tuvo lugar en la Parroquia de Convento, Cantón de Chone en la Provincia de Malabí.
El equipo salimos del Albergue a las 7:00 h. de la tarde del pasado lunes 20 de marzo y regresamos el domingo 22. En total se atendieron 370 personas. El trabajo fue muy satisfactorio, y aunque regresamos cansados y una furgoneta se averió, todos volvimos muy contentos.
Se echan a faltar muchas cosas, porque los medios y recursos son limitados, pero los profesionales se esfuerzan para que se note lo menos posible la necesidad de instrumental de campaña adecuado.
Les admiro.
Por Manuel Camacho. Voluntario de JCONGD en Quito.
Adriana Castro Comunicación Fundación Juan Ciudad
