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Entrevista con Carmen Cristóbal, una pediatra voluntaria en el Hospital San Juan de Dios de Sierra Leona

Miércoles, 1 Abril, 2015 - 13:00

Carmen Cristóbal Navas es pediatra del Hospital de Calahorra en La Rioja, y ha sido voluntaria internacional de Juan Ciudad ONGD, realizando una colaboración de un mes entre febrero y marzo en el Hospital San Juan de Dios de Lunsar (Sierra Leona), donde el virus del Ébola sigue siendo una realidad que implica no poder bajar la guardia, además de estar presente a través del miedo que aún siente la población local.

El Hospital San Juan de Dios se reabrió el pasado 6 de enero y actualmente presta atención sanitaria en maternidad y pediatría, además de servicios ambulatorios y en cirugía de urgencias. Todo ello tras haber formado a su personal en protocolos de seguridad para la prevención del contagio de Ébola, además de adecuar sus estructuras al sistema de triaje que requiere poder detectar y aislar los casos sospechos de Ébola a tiempo.

¿Cómo ha sido tu experiencia en un Hospital ubicado en zona de Ébola?

La estancia durante un mes en el Hospital San Juan de Dios de Lunsar (Sierra Leona) ha sido fascinante. Los Hermanos nos recibieron como si fuéramos parte de su gran familia, comíamos con ellos todos los días, nos preguntaban si teníamos problemas, cómo había ido el día, si mejoraban los niños ingresados… lo suyo es devoción y cariño por la gente y lo que el Hospital representa.

No me costó adaptarme al personal del Hospital, los doctores africanos me enseñaban y me explicaban las enfermedades que yo no dominaba (malaria, infecciones cutáneas…). Todo el personal intentaba que te encontraras a gusto para poder trabajar y dar lo mejor de ti. Cuando algún niño moría después de haber intentado todo lo posible para evitarlo, el sentimiento de tristeza se adueñaba de todos nosotros; pero ellos eran los primeros en seguir adelante y yo enseguida me contagiaba de ese impulso y ese entusiasmo de continuar con el trabajo.

¿Cómo has encontrado el Hospital de Lunsar, una región con elevados índices de pobreza y escasos recursos?

Las instalaciones están en buen estado en general. La verdad que hay  suficiente material para trabajar tanto en consulta como en el Hospital, incluyendo quirófanos. El único problema es el personal médico algo cualificado, porque es muy difícil encontrar un cirujano o un pediatra local, por lo que médicos como nosotros somos de gran ayuda sobre todo en los momentos críticos, como en la reanimación del recién nacido o un niño en estatus convulsivo.

¿Cómo está viviendo la población la situación de la epidemia del Ébola, porque aunque está más controlada y remitiendo según la Organización Mundial de la Salud, aún no ha desaparecido?

Uno de los problemas actuales es todavía el miedo de los enfermos a acudir a un centro médico a recibir tratamiento, porque piensan que el Ébola puede estar en cualquier lugar, incluso dentro del Hospital San Juan de dios, ya que aquí murió personal muy relevante, y ese hecho se mantiene reciente. Por esto, la gente prefiere darle a los niños "hierbas naturales" y esperar a ver si curan. El problema es que la malaria en los lactantes necesita tratamiento médico o probablemente mueran (de hecho, cuando llegaban al Hospital tras 4 días de fiebre y convulsiones, a veces se nos morían 2 ó 3 horas después de ingresarlos. Hacías lo imposible, pero sabías que ya era muy difícil salvarlo.

¿Cómo valoras tu experiencia de voluntariado en Lunsar?

El balance ha sido positivo, muy positivo. La calidad humana de estas personas, el respeto por sus mayores, la educación con la que se dirigen a ti cuando te hablan, el agradecimiento que te demuestran cuando te sientas a hablar con ellos y ven que te interesas por su vida y su cultura, la tranquilidad con la que se expresan, sin querer correr por llegar los primeros ni colarse de nadie incluso en la fila del reparto de alimentos, y la felicidad que tienen sus rostros cuando les miras para saludarles. Eso, no tiene precio.

Gracias por permitirme pasar este tiempo rodeada de personas que merecen la pena. Y perdón a todos los niños que llegamos tarde y no pudimos ayudarlos.

Fotos de Carmen Cristóbal cedidas a Juan Ciudad ONGD.

Puedes ver más fotos de esta experiencia de voluntariado en nuestro Facebook.

Adriana Castro Comunicación Fundación Juan Ciudad

 
 
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