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Entrevista con José Mª Viadero, director de Juan Ciudad ONGD

Martes, 30 Agosto, 2016 - 08:30

 

Entrevistamos al Hno. José Mª Viadero, director de Juan Ciudad ONGD, a su regreso de la Clínica San Juan de Dios (SJD) de Iquitos, donde ha pasado un mes apoyando la labor social y sanitaria en plena selva amazónica de Perú.

 

¿Cuánto tiempo ha estado en Iquitos? 

He estado casi un mes en la Clínica SJD de Iquitos, desde mediados de Julio a mediados de Agosto, pasando unos días por Lima, donde la Orden Hospitalaria tiene otra clínica y un albergue para el alojamiento temporal de familias sin recursos que necesitan acudir a la capital para algún tratamiento o intervención.

 

¿Ya conocía los centros de Perú?

Sí, he estado varias veces. Concretamente es mi sexto viaje a Iquitos, aunque casi siempre por poco tiempo, para valorar algún proyecto y participar en algún encuentro. 

Por eso, el año pasado y este decidí ir por un periodo más largo, lo que me permite conocer mejor las necesidades, cómo vive la gente, y ver cosas que no sería posible en otro tipo de viaje.

 

El Hno. José Mª Viadero junto a Vernis (un niña que está siendo atendida en la Clínica SJD debido a su discapacidad física) y su familia.

 

¿Cuál ha sido el objetivo de su estancia en Iquitos? 

Juan Ciudad ONGD colabora con la Clínica SJD de Iquitos desde sus inicios, con la gestión del proyecto de cooperación que permitió la construcción de este nuevo centro,  que se inauguró en marzo del año 2011, aunque los Hermanos comenzaron la misión en Iquitos en 2000.

Desde entonces seguimos dándole soporte a través del envío de ayuda humanitaria, el voluntariado y proyectos que cubren necesidades concretas, como las campañas Mensajeros de la Salud.

Por tanto, mi viaje forma parte de esta colaboración, con el objetivo de seguir apoyando  la actividad de la clínica y al Hermano Américo, su director.

Este centro es muy joven y entre la exuberancia y la escasez del lugar, podemos decir que es muy vulnerable. Tiene un gran potencial aún por desarrollar, además de existir una gran demanda de los servicios que presta por parte de la población, principalmente indígena, por lo que necesita mucho apoyo y recursos.

Al encontrase la Clínica SJD en la selva peruana en la ciudad de Iquitos,  rodeada por varios ríos −entre ellos el Amazonas− el acceso es difícil, sólo por vía aérea o fluvial, lo que hace que cualquier trabajo sea más complicado.

 

"Existe una gran demanda de los servicios

que presta la Clínica SJD por parte de la población,

principalmente indígena".

 

¿Qué labor realiza la Clínica SJD de Iquitos?

La clínica atiende a niños y adultos con problemas de salud, y está dedicada a la rehabilitación física y traumatológica, con especial atención a la discapacidad.

La población del área que atiende pertenece al departamento de Loreto y vive en situación de vulnerabilidad, debido principalmente a la falta de recursos y de acceso a los servicios disponibles en otras partes del país, como servicios sanitarios, educativos y administrativos.

Por ello, la mayoría de la población registra elevados índices de pobreza, y muchas personas incluso carecen de documentación, al no estar inscritas en ningún registro, lo que a su vez impide que puedan acceder al SIS (Sistema Integral de Salud).

Esto se debe en parte al desconocimiento de la población de sus derechos y de los recursos existentes a los que puede recurrir, por lo que una labor muy importante que desarrolla la clínica es precisamente asesorar a las familias sobre estos aspectos, y facilitar los traslados e incluso el alojamiento y la manutención cuando tienen que desplazarse y permanecer en Iquitos o Lima, para ir a otro centro a realizarse pruebas que no es posible hacer en la Clínica SJD.

 

Foto realizada por el Hno. José Mª Viadero de Iquitos, desde uno de los ríos que lo rodean.

 

¿Cómo es la vida en Iquitos?

La ciudad es relativamente grande, con mucha actividad en las calles, venta ambulante y mercados bulliciosos. La mayor parte del tiempo hace bastante calor, y la vida está marcada por las crecidas de los ríos en distintos meses del año, que inundan temporalmente las riveras y alteran las comunicaciones fluviales, llegando a anegar las calles de la ciudad.

Por otro lado, la llegada constante de personas que antes vivían en la selva o los márgenes de los ríos y que buscan un trabajo y nuevas oportunidades en Iquitos conlleva un rápido crecimiento de la ciudad de forma desordenada. Esto plantea serios problemas de salud.

 

¿La clínica está tomado alguna medida a este respecto?

Sí. Como ya he explicado antes, la labor del centro va más allá de la atención sanitaria, tratando de ayudar a la población a mejorar sus condiciones de vida.

Durante mi estancia pude ver in situ una acción del Programa de Fortalecimiento de las Capacidades de Atención en Salud Preventiva puesto en marcha por la Clínica SJD en cuatro asentamientos humanos a las afueras de Iquitos.

En cada asentamiento viven entre 200 o 300 personas, y aunque una vez pasadas 48 horas de su llegada ya pueden permanecer de forma estable en esas tierras y empiezan a construir sus casa, que cuentan con electricidad, carecen de sistemas de saneamientos y fuentes de agua potable o servicios de gestión de residuos, por lo que tiene muchos problemas de salud.

Por esto, la clínica ha puesto en marcha este programa que promueve la formación de promotores de salud comunitaria dentro de los asentamientos,  además de impartir talleres sobre temas muy diversos, como el manejo de un botiquín comunitario, medicación, la gestión de aguas negras para evitar las infecciones derivadas de la contaminación del agua que se usa para consumo humano, primeros auxilios,  estilos de vida saludables, lactancia materna, higiene, salud sexual y reproductiva, violencia familiar…

Esta iniciativa cuenta con la financiación de la Conferencia Episcopal Italiana y no sería posible sin la implicación de los trabajadores de la Clínica SJD.

 

   

Programa de Fortalecimiento de las Capacidades de Atención en Salud Preventiva puesto en marcha por la Clínica SJD.

 

¿Mantiene alguna colaboración la Clínica SJD con los servicios del Estado peruano?

Por un lado se desarrollan algunos programas conjuntamente, como el Programa Preventivo de Salud Bucodental Infantil que se está realizando durante todo un año, y que se espera beneficie a 9.000 niños en total. Es un programa de atención gratuita y la Clínica SJD recoge a los niños en los colegios con un autobús que tiene para el traslado de los pacientes, se les atiende en el servicio de odontología, y luego se les lleva de nuevo al colegio.

Además, la clínica deriva al Hospital Regional de Iquitos aquellos casos que no pueden ser atendidos en nuestro centro por su complejidad, y se les facilita el asesoramiento y seguimiento de todo el proceso médico que requieran, además de alimentos y ayudas económicas para sufragar los gastos de sus traslados o el alojamiento, cuando las familias no viven en la ciudad y no disponen de recursos para ello.

 

El personal de la Cínica SJD atiende a escolares durante la campaña de salud bucodental.

¿Nos puede contar algún caso concreto?

Hay muchas familias que llegan al centro y que necesitan ayuda, y otras entran en contacto con los servicios del centro a través de las campañas de Mensajeros de la Salud, en las que un equipo multidisciplinar sanitario se desplaza en barca por los ríos y ofrece atención gratuita a las poblaciones que viven alejadas en las riveras.

En estas campañas se puede llegar a atender en un día a 300 personas, y sirven también para detectar casos de niños con discapacidad o problemas de ortopedia que pueden ser tratados en el la Clínica SJD.

El año pasado, mientras acompañaba al equipo en una de sus campañas de Mensajeros de la Salud en San Salvador de Omaguas, vi a una madre que caminaba con un niño en brazos por un camino, y me acerqué a ella para interesarme por él, ya que me pareció que podría tener algún problema de salud o discapacidad.

La madre me explicó que su niño era “especial”, que no podía caminar ni hablaba, y cuando le pregunté si lo había llevado alguna vez al médico me dijo que no. Así es como conocí a Pedrito, que es el nombre de este niño que ahora tiene cinco años, y a su familia.

A partir de ahí comenzamos a estudiar su caso y se le atendió en la Clínica SJD, donde se le diagnosticó parálisis cerebral, además de una hernia que requería de una intervención quirúrgica.

Como ningún miembro de la familia tenía documentos de identidad se les ha ayudado a realizar las gestiones necesarias para regularizar su situación y acceder a los servicios del SIS, pudiendo ser operado Pedrito de su hernia en el Hospital Regional de Iquitos en agosto.

Ahora está esperando a recuperarse de su intervención para comenzar a acudir a la Clínica SJD a realizar la rehabilitación que necesita debido a su discapacidad.

 

El Hno. José Mª Viadero con Pedrito y su familia en la Clínica SJD tras la intervención

que le realizaron en al Hospital Regional de Iquitos.

 

Debe ser muy satisfactorio ver cómo se materializa la ayuda a personas que tanto lo necesitan.

Es muy gratificante, ya que es el resultado de la obra que realiza la Orden Hospitalaria con las personas vulnerables, y gracias al esfuerzo de los Hermanos de San Juan de Dios y sus colaboradores, así como de todas las personas que de forma solidaria en España han aportado donaciones.

 

¿Cuándo piensa volver?

En estos momentos no lo sé, pero a través de Juan Ciudad ONGD mantenemos el apoyo a esta clínica, que realiza una labor tan importante en la selva peruana, por lo que agradezco toda la ayuda que recibimos.

 

El Hno. José Mª Viadero en el Albergue de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en Lima, donde se facilita alojamiento gratuito a familias de escasos recursos que deben viajar a la capital para hacerse pruebas médicas o intervenciones.

 

 


Entrevista realizada por Adriana Castro, responsable de Comunicación de Juan Ciudad ONGD.

Fotos hechas por José Mª Viadero. Copy: Juan Ciudad ONGD

 

 

 QUIERO COLABORAR CON EL CENTRO SJD DE IQUITOS

 

 

 
 
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